El pasado 22 de febrero, Jerez de la Frontera acogió el Acto Oficial de designación de Jerez, Ciudad Europea del Vino 2014.
El pasado 22 de febrero, Jerez de la Frontera acogió el Acto Oficial de designación de Jerez, Ciudad Europea del Vino 2014. El acto, presidido por el Presidente de RECEVIN, Pietro Ladanza, contó con la participación de las anteriores Ciudades Europeas del Vino, Palmela en 2012 y Marsala en 2013.
Durante la designación oficial, el Presidente de RECEVIN hizo entrega de la Placa Acreditativa de Jerez, Ciudad Europea del Vino 2014, a la Alcaldesa de Jerez, María José García-Pelayo. Por su parte, la Alcaldesa de Marsala, Ciudad Europea del Vino 2013, Giulia Adamo, pasó el testigo a Jerez de la Frontera como capitalidad europea del vino 2014, ofreciéndole la Bandera de RECEVIN, Red Europea de Ciudades del Vino.
RECEVIN proclamó en el año 2012 el concurso anual de la Ciudad Europea del Vino, en el marco de las actividades de promoción y difusión del enoturismo.
Este concurso reconoce la ciudad cuya candidatura mejor proyecta los rasgos de cultura del vino común a los territorios europeos al tiempo que subraya su especificidad y sus vinos. La nominación recae cada año en un país distinto de la Red.
Jerez de la Frontera acogió además el primer Consejo de Administración de la Red, al que asistió el Presidente de la Comisión Ejecutiva de RETECORK, Dionísio Simão Mendes, con el fin de reafirmar su voluntad de trabajar en proyectos conjuntamente.
En este sentido, en el marco del proyecto CORKLANDTOUR. Cork, Landscape & Tourism, el cual recibe la colaboración de la Fundación Biodiversidad, del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, se presentaron los territorios corcheros y es en este enclave donde se deben unir fuerzas y trabajar conjuntamente corcho y vino, ambos productos mediterráneos, de unos territorios ricos y singulares en el mundo.
Todas estas potencialidades ligan con la cultura mediterránea así como el turismo de naturaleza, en alza actualmente, por lo tanto, se deben generar productos turísticos afines para atraer a todo aquel visitante sensibilizado con la realidad corchera y vinícola, una realidad sostenible y capaz de velar por el desarrollo rural de dichos territorios.