Alumnos de Cassà de la Selva recogen y plantan 261 alcornoques para recordar el primer “taper” reconocido en el municipio

El acto ha querido recordar el primer taper reconocido en el municipio de Cassà de la Selva, que data del año 1760 y también dar visibilidad a una industria muy importante como es la corchera.

En el acto institucional de la plantada de 261 alcornoques han participado el Sr. Robert Mundet, Alcalde de Cassà; el Sr. Pau Presas, Vicepresidente primero de la Diputación de Girona y Presidente del Consorcio de Les Gavarres; la Sra. Elisabet Sánchez, Directora de los Servicios Territoriales de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación de la Generalitat de Catalunya en Girona; la Sra. Pilar Aliu, Consejera de Medio Ambiente del Consejo Comarcal del Gironès; y el Sr. Albert Hereu, Director del Instituto Catalán del Corcho.

También han asistido al acto la Sra. Anna Serra, Vicepresidenta de AECORK, el Sr. Guillem Genover, en representación de RETECORK, empresarios corcheros del municipio y las direcciones y alumnos de los colegios participantes. Todo ello ha sido posible gracias a la colaboración del Consorcio de Les Gavarres, las ADF i los colegios Aldric, La Salle Cassà, Escuela Puig d’Arques y la Escuela Infantil Municipal.

¿Por qué 261 alcornoques?
Este proyecto nació para dar el pistoletazo de salida a la Feria del Tapón y del Corcho del 2020. Los alumnos de los centros escolares recogieron las bellotas y plantaron y cuidaron 261 alcornoques. Debido a la pandemia, se decidió posponer este acto para el año 2021. Estos alcornoques han servido para conmemorar los 261 años que hace que Cassà de la Selva tiene constancia del primer taper: fue Francisco Malavila i Marranxa, que en su boda con Rosa Viallonga Plana, el 7 de mayo de 1760, hizo constar en la hoja parroquial que su oficio era “jove taper”.

La plantación se ha hecho en distintos lugares del municipio: terrenos de Can Vilallonga, en el polígono industrial El Trust, en la plaza Xesco Boix y en el parque de la calle Francesc Macià.

Estos 261 alcornoques que se han plantado generarán 195,75 toneladas de CO2 absorbidas a lo largo de toda la vida de los árboles. Con la mirada puesta en un futuro lleno de retos como el cambio climático, la implicación de los niños y niñas del pueblo hace, sin duda, que la iniciativa gane también un sentido didáctico y emocional, contribuyendo a transmitir la idea de que el futuro se basa en el respeto a la naturaleza y a las tradiciones sostenibles.

2021-03-16T11:03:37+00:0016/03/2021|Uncategorized|